El capitán de policía Keene está investigando una serie de atracos que
se están produciendo en unos estancos por un atracador al que llaman "el
fantasma". Todas las pistas que recoge le llevan a la conclusión de que
su hijo es el asesino.
Su hijo Charlie quería ser policía pero su padre le decía que no, porque su hijo mayor murió siendo policía.
Keene, a pesar de que no se lo cree, decide investigar a su hijo,
mira en su habitación y descubre datos de dónde se va a producir el
próximo atraco y la policía le tiende una trampa.
Un hombre entra
en el estanco, después entra Keene, le dispara y el capitán creyendo que
había matado a su hijo intenta suicidarse, pero entonces aparece su
hijo. Charlie le cuenta a su padre que él mismo quería atrapar al ladrón
para que creyese en su inocencia y que él también es capaz de ser un
buen policía.
Al final el padre sí le da permiso para que entre en la academia de policía.
Este libro me ha gustado porque tiene mucho misterio, aventura e
intriga. Es interesante la historia que cuenta y te anima a seguir
leyendo cada vez más
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